
Es difícil prevenir que se claven las malditas espigas
En esta entrada que hemos llamado Las espigas y los perros os contamos sobre uno de nuestros miedos. Como tutores de varios bichejos, en esta época del año y la llegada del buen tiempo, empezamos lo que llamamos el ritual de las espigas con nuestros perros. Siempre desde una perspectiva familiar, no experta, queríamos daros consejos para evitar que acabéis corriendo al servicio de urgencias como, en muchas ocasiones, nosotros lo hemos hecho por este motivo. ¡Así que, mucho cuidado y no olvides la lupa!
Ahora que el sol ya está empezando a calentar con fuerza, las espigas empiezan a secarse. Y pasan del verdoso al pajizo en un abrir y cerrar de ojos; es cuando se desprenden y se quedan ahí… esperando como un monstruo amenazador con forma de flecha… amigo del arpón, primo de la aguja. Las espigas se encuentran al aire libre, en jardines y sobre todo en el campo. Si vamos a pasar el día con nuestros perros en la naturaleza, no podemos olvidar, al llegar a casa, el ritual de las espigas.
Agatha Christie y los perros
Se meten en algún orificio, son malévolas. En los oídos, el culete o en la nariz. Incluso se clavan en las almohadillas. En cualquier parte del cuerpo. Debemos observar bien dónde nos paramos a jugar y abrir los ojos en los paseos.
Nuestras perras han sufrido este problema muy a menudo y puede ser serio si no se actúa a tiempo. Las espigas pueden provocar desde una otitis, a lesiones oculares e infecciones varias que se pueden complicar un montón. Incluso logran penetrar la piel y seguir el camino no sabes dónde.
Ritual de las espigas:
- Cuando llega el calor, recortamos a los que tienen más pelaje (mejor en peluquerías donde realmente saben hacerlo; quedan para comérselos). Así van fresquitos y nos hacen más fácil y controlable las inspecciones.
- Si vives en el campo, como nosotros, azada al canto y a mover la tierra antes de que salgan.
- Una vez entramos en casa, revisamos todo el cuerpo de nuestros perros. Las retiramos enseguida. En los más peludos la investigación es nivel Agatha Christie.
- Recomendamos mirar en todo el cuerpo, incluso en la boca. No sólo se pegan al cuerpo, se cuelan en los oídos o se aspiran al olfatear, las opciones son muchas. Mira las almohadillas, la cola, los órganos genitales. Enterito, oiga.
Signos, síntomas de la posible presencia de espigas
- Estornuda y se trastea demasiado la nariz o ves secreción, exceso de mucosidad, es posible que esté en el tracto respiratorio.
- Se sacude mucho si se clava una espiga, o dos, o diez, en la piel del perro, en alguna parte de su cuerpo.
- Si está en el oído, atiende si la oreja está en una posición poco frecuente, o si gira la cabeza y la pone de lado, nos está señalando la probable zona afectada.
- Se queja, se comporta de forma nerviosa o deja de comer porque quizás siente dolor por la herida que causa la espiga o por una potencial infección (si lleva con ella un tiempo).
- Tiene el ojo muy irritado, inflamación, le lagrimea o lo cierra, podría tener la punta del cuerpo extraño.
Las opciones son infinitas. Nuestra recomendación: a no ser que sea algo superficial, que retiras del animal y ya está, para evitar problemas debemos acudir a nuestro veterinario e iniciar el tratamiento. Ellos son los que realmente saben qué hacer y cómo interpretar los signos clínicos que pueda mostrar nuestro perro y presentar un diagnóstico como es debido. No lo dudes, evita males mayores. A nosotros nos han salvado de estas y de otras. Incluso en mitad de la noche, uno de esos días… Escuchamos a Yoko, nuestra perra cocodrila, estornudar sin parar… Nos miramos con cara de… nooooooo. Y corrimos a urgencias como dos fantasmas en zapatillas. Ni el sedante que le administraron a la perrilla quería hacer su efecto… Fue una de esas noches. Aunque se quedó sólo en susto.
Nosotros queremos a nuestros perros con pasión y sin límites. Y son como niños. Necesitan, además de cariño, paseos, juegos o comida, observación, vigilancia. Por que se meten en cada una…
Importante: como decíamos al principio no tratamos de ofrecer una recomendación técnica, sólo compartimos aprendizajes de experiencias que hemos vivido. Buscamos echar un cable, no explicar una teoría científica o sentar cátedra. Además, cada caso, cada perro, es único y sólo los especialistas en la materia merecen ese papel, lo nuestro es coser arneses y collares para tus perros, ¡los más chulos y seguros! Este es un blog familiar que cuenta lo vivido y busca ayudar a los demás.
¡A pasarlo bien!